lunes, 30 de noviembre de 2009

TERCER CAPITULO: EL RESPETO Y LAS CONSECUENCIAS LÓGICAS


EL RESPETO:

El verdadero profesor y padre de familia sabe acrecentar las relaciones después de una sanción con unas palabras de aliento (hay que hacerse el encontradizo), una palmada en el hombro, un reconocimiento de algo positivo "hoy te has portado muy bien, estoy contento de ti" Algo que transmita que le seguimos queriendo y tenemos ilusión por él.

Nada de insultos, ironías, degradaciones ante los hermanos o compañeros, etiquetas odiosas "eres un vago" "mira lo bien que se porta tu hermano, no como tú..." ¿porque el castigo ha de ir contaminado de insulto? Las ovejas negras las creamos los mayores, no las acciones inmaduras de los niños.

Tampoco hemos de ser tan deportivos y superficiales que demos la impresión de "aquí no ha pasado nada". Las decepciones y disgustos son reales, y viene el eclipse parcial y momentáneo de las relaciones afectivas. Pero tras las sombras fugaces tiene que brillar la luz de nuevo. Por encima de la reparación debe quedar intacto el afecto y el respeto a la persona del niño.

LAS CONSECUENCIAS LÓGICAS.

Llega la hora de aplicar la sanción correcta y nos quedamos perplejos "no se que castigo ponerle, que resulte eficaz". La persona que dice esto no ha entendido nada de lo que hemos dicho. No existe ningún castigo eficaz, no se debe poner el punto de apoyo de la recuperación del niño solamente en la sanción. las sanciones sólo ayudan dentro de un proceso más complejo de establecer normas, enseñar a cumplirlas, mantener diálogos y relaciones de amistad, etc., una ayuda, no un remedio eficaz. Por eso deben ser proporcionadas a sus fuerzas, no a la realidad de la falta cometida; que tiene que haber "explicación" y "respeto-afecto" después de la sanción. algunas sanciones complementarias de ese sistema son muy convenientes. Peor nada de "escarmientos eficaces" Por ese camino se llega a la lucha armada de poder a poder entre padres e hijos. Y hay chicos tan inmaduros que se dejan matar antes que ceder, que permiten ser expulsados de la escuela y ponerse a trabajar para vencer a sus padres. Y si usted consigue amenazarle mucho y hacerle estudiar, escogerá otra manera de frustrarle: fumar, llegar tarde a casa... Usted no puede ganar a base de escalada de castigos: ellos son tan inmaduros que hacen del ganar una cuestión de honor hasta el punto de arruinar su vida.

Otros chicos y chicas lo que quieren con su mal comportamiento es llamar la atención una y otra vez, y si usted se encoleriza, hace escenas o desbarra amenazando con castigos que no puede cumplir, ellos habrán conseguido lo que se proponen: sacarle a usted de quicio y centrar la atención sobre su importante persona.

Teniendo en cuanta que la sanción es solamente una parte del proceso educativo cuyo objetivo es crear disciplina desde dentro del niño, el mejor método de sancionar es el llamado de las "CONSECUENCIAS LÓGICAS", es decir, un castigo con matiz de reparación, que sea una consecuencia lógica de su mal comportamiento "has pegado a un niño en el parque, luego no podremos ir al parque en unos días porque ese niño estará muy asustado con lo que le hiciste".

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