miércoles, 30 de septiembre de 2009

La misión de los padres ligado en la misión de la Iglesia


En el orden natural y en el orden cristiano, los padres son los primeros formadores de sus hijos. Hay que ayudar a los que empiezan como jóvenes padres a vivir este servicio en la edificación del pueblo de Dios y a apoyar el dinamismo de tantos hogares que descubren así su vocación cristiana y su concreta responsabilidad eclesial. Ellos serán los primeros beneficiarios del apostolado que supone formar a sus hijos, ante todo porque el hecho de despertar a la fe cristiana implica una profundización y una asimilación personal de las verdades doctrinales esenciales y favorece una vida familiar coherente, vivificada por las convicciones de fe compartidas entre padres e hijos.

Los primeros años de matrimonio constituyen la etapa en que la familia aumenta debido al nacimiento de los hijos. Esta los espera, asegura su educación, los asiste en todas sus necesidades. Los hijos descubrirán poco a poco en su propia familia como una célula que, en medio de la sociedad, los favorece y los protege, o por el contrario, los condiciona y les crea dificultades. La sociedad primordial, que es la familia, y la sociedad en su conjunto forman polos de influencia diferentes y complementarios a lo largo de la formación de los jóvenes.


martes, 29 de septiembre de 2009

EL DIVORCIO COMO AFECTA A LOS HIJOS


Pese a ser hoy una gran realidad, a pocos niños se les prepara para afrontarlo. Incluso cuando la noticia se les da con tacto, su reacción, aseguran los expertos, es casi siempre la misma: conmoción, seguida por depresión, negación, enojo, pérdida de autoestima y, en particular entre los preadolescentes, la sensación de que hasta cierto punto son responsables de lo ocurrido.

Inclusive los pequeños de entre dos y cuatro años se sienten culpables, y no es raro que den marcha atrás en su desarrollo, volviéndose más dependientes: mojan nuevamente la cama, piden que les den de comer en la boca.

Los de entre seis y ocho también asumen con frecuencia la culpa de la ruptura y, encima, temen que sus padres los abandonen o dejen de quererlos. "Ya tienen conciencia clara de lo que significa la separación, y muchas veces se sienten sumamente frustrados porque no consiguen evitarla o revertirla", señala el doctor Alonso Cantú Lozano, director de la clínica de niños y adolescentes de la Asociación Regiomontana de Psicoanálisis. Según muchos expertos, se trata de una de las etapas más críticas para los hijos de padres divorciados, y donde hay más pequeños afectados.

Algunos niños, en especial los varones cuyo papá se ha ido, tratan de reemplazarlo. Se tornan protectores con la familia. Un niño de ocho años, el día en que su padre se marchó, anunció que a partir de entonces iba a dormir con su madre para cuidarla.

Entre los 9 y 12 años el sentimiento más característico es el enojo hacia uno de los padres, generalmente con el que se quedan a vivir. éste suele perder valor a sus ojos por su supuesta incapacidad para retener al cónyuge, explica María Teresa Sáenz Chapa, coordinadora de la clínica del Instituto de la Familia. Una pequeña de diez años, sumamente molesta, increpó cierto día a la mamá: "¡Tú tienes la culpa de que mi papá se haya ido!"

La problemática de los adolescentes es distinta. A ellos, más que el sentimiento de culpa, los aflige un dilema de lealtad. "Los padres los ponen entre la espada y la pared", explica la psicóloga Margarita Hernández Hemken. "Mi mamá quería que me fuera con ella", cuenta una muchacha de 14 años. "Pero mi papá me dijo: "Si te vas con ella, no me vuelves a ver. Yo no quiero una hija de sábados y domingos'. A cada rato decía que mi mamá había tenido la culpa del divorcio".

También el sexo del niño determina la forma en que repercute el divorcio. De acuerdo con Lilia Araceli Flores Ruiz, profesora de la Facultad de Ciencias de la Conducta, de la Universidad Autónoma del Estado de México, de entre los hijos de padres divorciados, los varones son los más perjudicados. "Como se espera más entereza de ellos y se piensa que pueden salir adelante solos, reciben menos atención y exteriorizan menos sus emociones", dice.

Los adultos propician esta conducta, agrega Hernández Hemken. "Les dicen: "Ahora tú eres el hombre de la casa', sin darse cuenta de que son unas criaturas".

Independientemente del sexo y la edad, los hijos desean siempre, a veces con verdadera obsesión, reunir de nuevo a sus padres. Un niño de siete años se fue abajo en sus estudios a raíz del divorcio. Como los profesores citaban a la escuela únicamente a la mamá, pidió que llamaran también al padre. Quería que fueran los dos al mismo tiempo y se contentaran.

Pocos se toman la molestia de comunicar a sus hijos qué ocurre y por qué, advierte el doctor Mario Souza y Machorro, uno de los pioneros en el estudio de este tema en México. Ellos acaban imaginando, pero lo que imaginan rara vez coincide con la realidad. Una pequeña de siete años, al ver que su padre estaba haciendo la maleta, supuso que se iba de viaje. Al otro día preguntó por él, y su madre le dijo que ya no iba a regresar. "Sentí bien feo", refiere la niña.

Resulta complicado y confuso acostumbrarse a vivir entre dos hogares, con un padre en cada uno. El costo del juicio y el mantenimiento de dos casas suele mermar considerablemente el nivel de vida. Tras el divorcio, una mujer y sus dos hijos --uno de nueve años, y otro de diez-- tuvieron que mudarse a casa de los abuelos. Ella y uno de los chicos duermen en un cuarto, y el otro, en el comedor, transformado en recámara. Muchos de estos niños pierden de golpe, además de uno de los padres, la casa, la escuela, los amigos e inclusive parte de la familia.

¿Cuánto tarda en adaptarse un hijo de padres divorciados? Entre otros factores, depende de su edad y de la estabilidad de su vida tras la separación. Souza y Machorro hace notar que, si bien en ocasiones nunca superan el golpe, de ordinario bastan uno o dos años para que acabe de aceptar su nueva realidad.

Los estragos del divorcio en los niños pueden atenuarse desde el principio si se les dice la verdad con tacto y se les tranquiliza acerca del futuro. "Los hijos llegan a disculpar la separación, pero no la falta de información y la incertidumbre", dice Sáenz Chapa.

Es de vital importancia asegurarles que siempre contarán con el cariño de ambos. El doctor López Uriarte recomienda "dejarles claro que el divorcio es un asunto de papá y mamá, y que ellos no tienen la culpa, ni la obligación de hacer algo para que no se separen o se reconcilien".

El bienestar emocional de los hijos depende en buena medida de la relación que lleven los padres después de la separación. Su recuperación se entorpece si los vuelven mensajeros o espías, si los obligan a escuchar críticas y quejas sobre el otro, o si les prohíben verlo. "A muchos los convierten en rehenes de sus rencores", advierte Hernández Hemken. "Hay madres que llegan hasta el extremo de sacarlos de la casa y hacerlos esperar largo tiempo en la calle al padre, que pasará por ellos para la visita de fin de semana".

El divorcio no es fácil para ningún niño, pero algunos salen bastante bien librados. Desaparecida la tensión matrimonial, recuperan la confianza en sí mismos y se sienten relajados. La mayoría de los expertos aseguran que pueden salir favorecidos con la separación, y que se encuentran mucho mejor apartados de los pleitos conyugales. Durante 12 largos años, dos hijos de un matrimonio vieron a sus padres tratarse a gritos y golpes. Luego del divorcio disminuyó su miedo y su estrés. "Ahora tienen unos padres más sanos y tranquilos, y se llevan bien con ambos", dice Carolina Rodríguez, terapeuta del Instituto Superior de Estudios de la Familia.

Para bien o para mal, el divorcio sigue dividiendo familias a un ritmo preocupante. Por más que padres e hijos luchan por salir adelante, a veces con ayuda profesional, el divorcio y sus consecuencias pueden convertirse en un laberinto de conflictos y confusión que quizá nunca acabe de resolverse.

La regla de oro aquí es que, no obstante haberse separado, las parejas permanezcan unidas como padres. "Deben sacar adelante juntos a los hijos", afirma el padre Ignacio Díaz de León, sacerdote de los Misioneros del Espíritu Santo que coordina un grupo de autoayuda para divorciados. "El cuarto mandamiento también obliga a honrar a los hijos".

sábado, 26 de septiembre de 2009

REALIDAD

Lamentablemente el siguiente video es parte de la vida diaria que sufren nuestros hijos en relación al comportamiento egocéntrico de algunos padres, que no tuvieron la preparación respectiva para ser pareja, esposos y no pudieron durar mucho dentro de una relación.
Aquí el pagano, es el hijo que tiene que escoger con quién quedarse, es el hijo que no entiende los problemas de los grandes.
Hago un llamado a la conciencia... Papás es un título co-creador de Dios, no dejen nunca de serlo. Nuestros hijos no son culpables de nuestras rupturas, sigan siendo papás para siempre.

miércoles, 23 de septiembre de 2009

Ser Papá: un desafío cotidiano

Antes era más fácil
En otros tiempos ser papá era una tarea acotada a dos o tres elementos fundamentales.
Los hombres que tenían hijos debían proveer lo necesario a su hogar, poner los límites que sus mujeres no podían sostener por el fragor del contacto cotidiano con los niños, dar y promover una imagen de seguridad, de cuidado, de ser capaces de solucionarlo todo afuera y crear para la flia -esposa incluida- una atmósfera de estar a salvo.
Nada los obligaba a poner las manos directamente ni en el agua donde se lavaban los pañales, ni sobre la cuchara de madera para revolver la papilla, ni en el barrotte de la cuna para mecerla a veces horas y horas…
Leían el diario, hablaban solo lo necesario, firmaban los boletines y prohibían -a veces sin que mediara ninguna explicación- todo aquello que podía amenazar la tranquilidad del hogar, o el buen nombre y el honor.
A sus hijos los conocían bañaditos, cambiaditos, con el pijama puesto y los cuadernos en el portafolios.
Algo hizo que todo cambiara…

Todo cambia
Lo dice la canción y también lo dicen los acontecimientos, los años pasaron y con ellos algunas costumbres cayeron en desuso, y otras aparecieron como alternativas nuevas que les permitieron a los hombres tener, en relación con la paternidad, un espacio totalmente distinto.
Tal vez por la demanda de sus mujeres, o por propia curiosidad algunos comenzaron a asomarse de sus diarios - mientras leían en el sillón más cómodo de la casa- y pudieron descubrir que, así como en el mundo pasaban cosas, en su propio mundo, en ese, en el chiquito, sito en la dirección de su propia casa, tenían lugar también acontecimientos importantes…
Los más valientes se animaron a intentar ser otros padres diferentes de los propios y tuvieron la fuerza de inventar un nuevo modelo, tal vez más parecido a aquel padre que hubieran querido tener, que al que realmente tuvieron.
Así salieron de su letargo, tocaron las panzas de sus mujeres con sus hijos adentro, se animaron a ESPERAR ese bebé con expectativas propias, atravesaron la sala de espera, y entraron en la sala de partos, para estar más cerca del asunto.
Acompañaron a sus niños a la cama y descubrieron - no sin sorpresa- que ellos también podían contar cuentos.
Aprendieron a rayar manzanas y a poner el termómetro.
Pudieron organizarse para conocer a los maestros, vestirlos por la mañana antes de ir al colegio, aprendieron cuál es la campera de uno y cuál la del otro, conocieron el nombre de los compañeros del Club y se levantaron de noche para saciar la sed del más chiquito o abrazar al mayor durante una pesadilla.
Se dieron cuenta de que podían hacer cosas de mamás sin dejar de ser varones, que las tareas que las mujeres venían haciendo desde que el mundo era mundo también eran valiosas, y que dejaban cansancio pero también satisfacción.
Mientras tanto estas señoras, las madres, sus esposas, también asomaron sus narices y descubrieron que afuera - en el mundo grande- también ocurrían cosas que valía la pena conocer y no solo se quedaron en la vereda, cruzaron la calle…y por unas horas por día buscaron trabajo afuera…más trabajo.

¿Cómo se hace?
No es sencillo.
Todos, hombres y mujeres podemos sentirnos tironeados.
Las exigencias que nos ponemos se suman a las que nos ponen.
Para los hombres ser padres en la actualidad es también una actividad de alto riesgo.
A las tareas y las espectativas de siempre se agregaron otras, y cumplir con todo es muy trabajoso.
Cuidar, ya no solo es proveer, cuidar es estar, y para estar hay que tener además de ganas, fuerzas y tiempo.
Estar presente no es solo volver del trabajo, es estar concentrado, escuchar, ocuparse.
Los hijos de hoy también conocen este nuevo modelo y piden y esperan en consecuencia, más de lo que descendientes de otras generaciones creían merecer.
El mundo grande también está en crisis, y amalgamar ambos universos, el personal y familiar y el social y laboral es complicado.
El secreto parece estar en encontrar para cada cosa la medida justa. Sin embargo el secreto es que no hay secreto, que cada uno debería hacer su propia experiencia y atender con un oído más sensible a sus propias necesidades y a las de los que ama.
Los hijos son una responsabilidad, y por ellos cualquiera daría hasta lo que no tiene, sin embargo en la práctica muchas veces parece que se está en deuda.
Se pone mucho énfasis en dar cosas: equipos deportivos, camionetas, ropa de marca, en pos de un bien-estar que casi siempre se transforma en mal-estar. ¿Es eso realmente lo que nuestros hijos esperan de sus papás?
Tal vez si les preguntáramos nos sorprenderíamos, en "la bolsa de sus valores" seguramente coticen más alto un ratito de mirar dibujitos juntos en la tele, un hermoso enchastre para hacer panqueques que se apilan quemados o llenos de agujeros, una ida juntos a la peluquería, la transmisión de alguna historia familiar…que el tan codiciado y casi inevitable viaje a Disney.
El desafío no está en hacer más sino en hacer mejor.
Después de todo…para qué se hacen padres los hombres sino para tener a alguien en quien volver a nacer, en quien volver a creer cuando la realidad lo tiñe todo no siempre del color que más les gusta.
El desafío es detenerse, mirarse, quedarse, trabajar menos afuera y más adentro con los nuestros, porque casi todos los hombres olvidan -agotados por el esfuerzo que hacen por las empresas de otros- que tienen su propia empresa…ser padres en este siglo que comienza.

lunes, 21 de septiembre de 2009

COMO HACER FRENTE A LOS CONFLICTOS DE LA PAREJA


- En primer lugar es fundamental tener una predisposición a superar cualquier dificultad. No huir de los problemas e intentar afrontar todas las dificultades juntos.

- Aceptar al otro como es, asumir que nadie es perfecto y sobre todo, no intentar cambiarle. A veces dedicamos mucho tiempo intentando que el otro u otra cambie, y esto es un error ya que nadie puede cambiar a nadie hasta que tome esa determinación de hacerlo, pero nunca por imposición.

- Buscar actividades comunes para compartir. Esto no quiere decir que haya que estar siempre juntos, ni renunciar a los propios gustos en beneficio de los de otro, pero si tener proyectos e ilusiones comunes. De esta forma se acaba con la rutina y el aburrimiento que a veces llevan a la pareja a necesitar llenarse de ilusiones al margen del otro. Esto es en definitiva, desarrollar esa capacidad de aportar novedades a la relación.

- Cuando se tiene un mal día, no se debe descargar el mal humor sobre la pareja. Si intuimos que va a ser así, tal vez sea mejor que nos tomemos un tiempo para estar a solas, reflexionar y dejar que pase ese mal humor.

- Poner interés en atender las necesidades del otro. La mayoría de las parejas tienen dificultades porque se preocupan más de atender sus propios intereses y deseos aunque ello suponga desatender a la pareja.

Expresar sentimientos positivos, es decir, valorar y reconocer al otro, expresar elogios, sentimientos de afecto, resaltar sus éxitos. A veces las parejas se acostumbran demasiado pronto a lo bueno que puede estar ofreciéndole una determinada relación, llegan a verlo normal y no saben apreciar ni observar lo bueno que hay en el otro. Es importante no solo apreciarlo sino también reconocerlo y en ocasiones comunicárselo al otro.

domingo, 20 de septiembre de 2009

¿POR QUÉ SE PRODUCEN LOS CONFLICTOS EN LA PAREJA?


Las crisis en la pareja, en muchas ocasiones son la causa de muchas rupturas. Son muchos y variados los motivos que producen crisis en toda relación:

- Falta de interés por la vida del otro. A veces uno de los componentes de la pareja se vuelve egoísta, está metido en sí mismo, solo busca satisfacer sus necesidades y deseos y no se preocupa por las de su pareja. Mayormente se observa cuando uno de las dos partes adquiere un trabajo mejor remunerativo que le ocasiona menos tiempo y momentos con su familia. El trabajo lo absorbe y siempre lo pone de excusa ante su pareja o frente a sus hijos. El hecho de ganar dinero y creer que con el dinero podemos comprar la felicidad, se torna en ideas encontradas y no dan a lugar a buenos principios propios del equilibrio familiar.

- A veces uno tiene la sensación de que no recibe del otro la misma cantidad de afecto que el o ella está dando, en este caso se puede llegar a vivir la relación como injusta. Uno cree que todo lo que hace por la otra persona, atención, cariño, la hace ser más y al otro menos. Apunta a la desigualdad por intereses propios y orgullos personales.

- Creer que una vez se ha conquistado al otro u otra ya nunca se irá de nuestro lado, y se dejan de hacer esfuerzos por resultar atractivos e intentar cuidar de la relación día a día, se descuidan los detalles, la comunicación, el diálogo, etc. El hecho de que exista un sacramento o una firma puesta por ambas partes mantiene a sentirse completamente tranquilo frente a la otra parte. Por ello dejan a un lado los detalles, los cortejos, la dinámica que funcionó y fusionó a la pareja en el tiempo anterior.

- Descargar el mal humor y los malos momentos en el otro. A veces recaemos toda nuestra cólera e inquietud en la otra parte.

- Problemas de comunicación. Es decir, no saber como expresar sentimientos tanto positivos como negativos, no saber escuchar, no resolver problemas que afectan a los dos, etc. La comunicación se torna difícil porque empiezan a salir los orgullos infantiles de no querer hablar porque esta siendo lo que no le he dicho que haga, etc.

- Pretender que el otro adivine nuestros pensamientos y deseos. Esto es difícil si no se expresa abiertamente. Es otro problema de comunicación, creemos que la otra persona sabe lo que estoy esperando de ella tan solo con gestos y a veces no se puede. De ahí empieza los conflictos.


MAÑANA TRATAREMOS COMO HACERLE FRENTE A ESTOS CONFLICTOS.

sábado, 19 de septiembre de 2009

LA HERMOSURA DE LAS IMPERFECCIONES QUE LOGRA UNA RELACIÓN PERFECTA

El siguiente video presenta un funeral, el funeral de un esposo cuya viuda sale al frente al decir unas palabras de su bien amado... hasta ahí todo normal... las primeras palabras no dejan a los asistentes en lloros y tristezas, al contrario les hace mucha gracia, causándoles mucha risa y hasta carcajadas, pero se llega al silencio, para recordar al hombre, al amigo, al esposo que estuvo con ella en las buenas, en las malas.
Dificil será seguir sin él, ya no estará su presencia externa, visual. Pero comprensible continuar con él en su interior, en su corazón, en sus consejos, en sus enseñanzas.
Un tributo a los esposos que pese a toda adversidad, le dijeron SI a la afirmación que se dieron al momento que se hicieron enamorados, luegos novios y por último esposos.
La vida no es fácil, nunca será facil, los problemas siempre acompañan cada paso que demos... sólo queda ver todo obstáculo, poderlo superar desde los ojos del amor de la pareja. Nunca se olviden del SI que se dieron alguna vez, ustedes lo pueden hacer eterno.

viernes, 18 de septiembre de 2009

ORACION DE LOS ESPOSOS

Una historia que me contaron...
Cuando salía el otro día con un grupo de amigos, por cierto, todos eran solteros menos yo, no hubo entre bromas y chascarrillos alguién que lanzaría la pregunta ¿Es dificil estar casado?, a lo cual yo respondí... es muy, pero muy, dificil... porque hasta que cuando te des cuenta que ser esposo es otra vida, otra historia, otra responsabilidad, tu pareja puede haberte adelantado o quizas atrasado en tus ideas... ¿Como es eso?, me explico: si tu pareja se adelanto en esta idea, te considera a tí inmaduro, no estas listo, le hecha la culpa a tu familia, a tus padres, etc. Ahora si tu pareja más bien fue por el contrario se atrasó, eres tú que la ves distinta, gasta el dinero en cosas tontas, no pisa tierra, siempre no esta, mas bien esta en sus cosas de mujeres y tu dices... me case con una hija de mamá, es una niña, etc, etc.
Creeme que lo mismo que pienso yo lo debe estar compartiendo mi mujer entre sus amigas. Al final no se puede tomar como una competencia de quien es mejor o quien madura más rapido, sino que se debe tomar como uno, porque el matrimonio es uno, hombre y mujer se funden en uno y esto tiene que obedecerse en uno... ojo respetando su propio ser, ego, espacio, etc.

De verdad creo que al contarnos esta historia, mejor se lo dejamos a Dios con esta bella oración por los esposos. Se la compartimos a todos Uds.

jueves, 17 de septiembre de 2009

DEMASIADO TARDE

En esta oportunidad ESCUELA DE PADRES EN LINEA, presenta el siguiente video DEMASIADO TARDE, que es un video que nos hace reflexionar a través de la desgracia y la falta de tolerancia, comunicación y amor. Las frustraciones del padre, viudo, que se siente sólo para criar a su hijo, idiosincrasia, todo se junta para darnos el mensaje: “no esperemos mucho tiempo para decirle a nuestros seres queridos lo que sentimos por ellos”

Muchas veces los padres de familia se quejan que los hijos han dejado de ser cariñosos con ellos. Quizá la respuesta sea este video. Quizá tú, papá o mamá, vives a diario las actitudes del padre de este video. Renegamos de todo, gritamos de todo, a todo le vemos problemas, presionamos cuando no corresponde. Observa, su hijo se alejó, con tristeza, pero se alejó.

Reflexiona con este video… y pregúntate si tú estás procediendo por este equivocado camino… Te pregunto ¿Compartes con tus hijos?. ¿Eres parte de sus sueños e ideales o por el contrario eres quien corta la iniciativa por la famosa justificación de que “buscamos lo mejor para ellos”?. No desperdiciemos esos momentos que nacen a veces de tan sólo un comentario y que tú debes reconocer como una oportunidad para ser más papá, más amigo, más tú.

¿ Escuchas a tus hijos?. ¿Eres parte de su vida o sólo te conformas con ser el papá que le da todo?. No esperes que sea demasiado tarde para decirles de verdad lo que sientes. No te quedes callado, no temas, tu hijo espera ese momento. No seas duro… Sé tan solo su padre, aquel a quien puede besar sin temor, hablar con sinceridad, confiar sin vacilar.

miércoles, 16 de septiembre de 2009

LO QUE LOS HIJOS OBSERVAN DE SUS PADRES, LO IMITAN IGUAL

Todos sabemos que cuando se nos cruza un niño que tiene ciertas actitudes negativas, la primera palabra que se nos viene a la mente es: qué malcriado, MAL = lo contrario al bien, sinónimo de maldad - CRIADO = acción de criar, formar.
Pero no necesariamente este niño ha sido mal criado, sino que los padres sin darse cuenta toman ciertas actitudes que no pueden evitar que sus propios hijos imiten y se haga costumbre, hábito en ellos.
Por eso la recomendación podría darse resolviéndo esta pregunta: Yo como padre/madre ¿Qué actitudes malas hago frente a mis hijos?: Hablo malas palabras, le grito a mi pareja, tiro las cosas, le digo a mi hijo que mienta para que no me cobren mis deudas. REFLEXIONEMOS

Para tener ayuda reflexiva de todo este pequeño mensaje a continuación presento un video que tiene por título children see children do: los niños ven, los niños hacen.