sábado, 3 de octubre de 2009

PAPA NO ME PEGUES


La práctica del castigo físico está fuertemente enraizada en nuestra sociedad en la que se ha trasmitido a través de las generaciones, pero eso no quiere decir que sea la mejor o la ideal forma de educar a un niño. Como padres, y dentro de una sociedad que cada día se preocupa más con la educación de los niños, debemos buscar alternativas más constructivas y positivas, que estimulen su desarrollo sano, y que nos haga sentir bien a todos. No queremos declarar culpables a los que usan el castigo físico como norma de educación. Solo queremos que despierten y experimenten para otras formas más constructivas de educar. El pegar no enseña, no educa, solo representa amenaza y sumisión a los niños. El castigo físico enseña al niño a tener miedo y a ser sumiso a tal punto de disminuir su capacidad para crecer como persona autónoma y responsable.

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