domingo, 4 de octubre de 2009

ABUSAR VERBALMENTE DE NUESTROS HIJOS


El abuso verbal es como una golpiza que no deja evidencias, como las magulladuras de las golpizas físicas. Usted (o sus hijos) puede estar sufriendo en silencio y en aislamiento.
El abuso verbal suele ser más difícil de ver, ya que raramente hay cicatrices visibles, a menos que haya habido abuso físico. Pero a menudo es menos visible simplemente porque el abuso tal vez siempre ocurra en privado, es decir no delante de terceros, en este caso pueda ser no delante de los abuelos de sus hijos, de algunos hermanos, tíos, amigos, entre otros.
La víctima, en este caso el niño, suele ser el blanco de arranques de ira, sarcasmo o fría indiferencia. El padre que lo ejecuta mayormente está pasando por problemas. Estos pueden ser dentro del hogar (conflicto entre esposos, no alcanza el dinero, el niño siempre saca malas calificaciones o problemas de conducta en el colegio) y fuera del hogar (Problemas en el trabajo, problemas emocionales que arrastra de conflictos pasados sin resolver).
Al final la única víctima es el niño quien tiene que aguantar todo este castigo; es verdad que no queda heridas visibles, más sí heridas internas, que si no son tratadas a tiempo podrían acarrear posteriormente conflictos existenciales, mala autoestima, problemas sociales, depresión y stress, etc.

Las palabras que siempre debe usar un padre con su hijo debe basarse en la constructiva formación de sus hijos, basándose en los errores. ¡No te preocupes, tú puedes!... Bueno, si ya lo hiciste, que aprendiste de ésto... mira, por hacer esto mal, tendrás que realizar esto, así tú entenderás las cosas que vienes haciendo mal para mejorar... muchas palabras se pueden usar.

Papás, construyamos un perfil maduro y digno en nuestros hijos, no lo contrario.

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