lunes, 15 de marzo de 2010

LA MENTE DE SU HIJO


Conforme el cerebro de un niño se va desarrollando, su mente se va “desenrollando” a través de tres ramas que se entrelazan entre sí:
La física, la cognoscitiva y la emocional.

Sin embargo la habilidad de un niño por ejemplo, al manejar un triciclo, dependerá de su habilidad mental, la cual incluirá: el sentido del balance, su memoria, su persistencia y su capacidad para interpretar las direcciones de sus padres.
Las emociones y la imaginación juegan roles en todo lo que un niño y un adulto hacen, comenzando con la forma en que se empiezan a traducir todas las experiencias en recuerdos.

Las emociones, también le ponen color a la forma en como nos comunicamos con lo demás y ayudan a expresar lo que en palabras no podemos.

Constantemente se atiende a como la demás gente reacciona y como se expresan ellos mismos. Uno puede escoger aprender a no actuar con base en estas observaciones o puede ignorar los sentimientos de las otras personas.

Sin embargo, las emociones permanecen como una vital corriente de intercambio entre los adultos entre los padres, entre los niños, entre los amigos y aún en una discusión solitaria con uno mismo.

Lo mismo es cierto para la habilidad mental de imaginar y fantasear, es decir: si uno no se imaginara a sí mismo actuando de diversas formas, nunca se tendría la oportunidad de realizarlo. Por ejemplo: uno se imagina como su será su hijo, aún mucho antes de que éste nazca y siempre lo veremos a través de la imagen mental que generamos de éste.

Se puede usar la imaginación para salir y escapar de nuestros problemas, o para viajar a lugares a los cuales nunca hemos ido antes, o para volvernos más fuertes, más brillantes, mas guapos, más articulados, o para realizar todo lo que nunca hemos podido en la vida real.Una mente que siente y que imagina es el vehículo para todas estas sanas y regulares actividades, sin esto estaríamos tan desvalidos como si no tuviéramos manos, piernas o sentidos.
Los sentimientos y la imaginación de la mente, influyen grandemente en la apreciación de la vida, en como vemos el mundo y a toda la gente que se encuentra en él, de cómo vivimos y experimentamos cada situación.

Los cuatro aspectos más importantes para “desenrollar” la mente de tu hijo, serán entonces:

- Su habilidad de interpretar los comportamientos, los pensamientos y los sentimientos de los demás.
- El comprender que algunas veces, estas percepciones y creencias, pueden no estar correctas.
- El reconocer las diferencias entre lo que es real y lo que es imaginario.
- Y finalmente, el apreciar que cada persona alrededor de ellos tiene una mente única e individual.


La mente de un adulto que le da figura y significado a sus experiencias, queda a una gran distancia de la mente de un pequeño que ve el mundo a través de sus padres y de sus acciones; sin embargo, es de esta manera en como él mismo, empezará a desarrollar su propia mente adentro de su propio mundo.
Comprende a tu hijo.

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